lunes, 16 de abril de 2012

¡Más vale virtud que riqueza!

Conforme a lo que los representantes gubernamentales de Catalunya han acostumbrado, no parece que la crisis se esquive por las sacrificadas, altruistas y “patrióticas” contribuciones económicas salidas de sus propios bolsillos. Y por si fuera poco, hace tan solo unas horas el President de la Generalitat de Catalunya ha requerido el esfuerzo de todos para llenar los cajones de la Generalitat. ¿Acaso los cajones no están ya bastante repletos de las deudas que las nefastas políticas de todos los conspicuos guías de la “nació” han acarreado a los de abajo? ¡Quizá, pretenden llenarlos aún más! Es más, si están las arcas públicas vacías, ¿cómo es que no hay modo de que ningún Govern haya desclavijado sus manos de ellas? ¿Tal vez por esa irrefrenable monomanía que muestran nuestros mandatarios autonómicos de continuar repartiendo subvenciones públicas a entidades privadas afines mientras paralelamente emiten bonos? Desgraciadamente todavía hay más, porque de la misma indecorosa manera que los dirigentes públicos han exhibido resolución en recortar servicios perentorios para el pueblo llano han eludido erradicar algunos de los muchos estamentos institucionales cuajados de cargos políticos. En definitiva, los principales responsables de la precaria situación en que se halla el pueblo llano manejan las pantallas de humo de forma admirable. Tal es así que, entre tantísima penuria, la élite política sigue medrando gracias a retribuciones escandalosas que nada tienen que ver con el salario mínimo interprofesional. ¡Así se va andando en Catalunya!

miércoles, 11 de abril de 2012

¡Como de lo vivo a lo pintado!

A todo esto de lo que el President de la Generalitat de Catalunya ha dejado caer sobre las comunidades autonómicas “artificiales” en España, dentro de nada, y en eso consiste parte de la mistificación nacionalista, te podría decir que Catalunya no es algo artificioso y quedarse más ancho que largo. Del mismo modo, mucho antes hubo, incluso, quien sostenía que algún cachivache tribal y, más tarde, unos títulos nobiliarios envolvían de cierta aureola de legitimidad a unos individuos para disponer de las vidas del resto de sus coetáneos a su antojo bajo la argucia de haber sido encumbrados por designio divino. Precisamente por entelequias de tal calibre el Nacionalismo no pasa de ser un timo más que consiste en hacerte creer que existe algo más importante que tú. Por otro lado, a pesar de que los líderes nacionalistas con responsabilidades gubernamentales en Catalunya han aligerado los bolsillos de los contribuyentes, sin tregua alguna, en esta última etapa de más de tres décadas de democracia, toda materialización que puedas hacer, después de que hayan derrochado miles de millones de euros en abstracciones ideológicas, no pesa lo que el más humilde de quienes viven alrededor tuyo. Sin embargo, parece normal que esto del nacionalismo lo tengan algunos como una dicha puesto que el dinero no se ha volatilizado sino que debe haber aterrizado en las manos de cualquier amigo de las interesadas artificialidades. Por lo tanto, ¡ojo con el timo de las abstracciones nacionalistas que esta gente sabe un rato!