El pueblo está en un grito

El cuento se está repitiendo con más frecuencia de la deseada y, sin embargo, nuestros representantes gubernamentales en Catalunya no cesan de hacer oídos sordos a la indignación que provocan injustificados ensanchamientos de los sueldos públicos de los de arriba. Hace unos días ocurrió en Sant Antoni de Vilamajor y ahora, en Vilasar de Mar (ambos con alcaldes de CiU). Ya que bajo subterfugios propios del gremio, en no pocos municipios, andan haciendo la pascua a los de abajo con aumentos significativos de las retribuciones económicas para los máximos responsables políticos, ya va siendo hora de que los sueldos orientativos que fijan la ACM (Asociación Catalana de Municipios) y la FMC (Federación de Municipios de Catalunya) no sirvan de coartada para que demasiado inconmovible “responsable” municipal cometa todo tipo de tropelías a costa del erario público. Así que va siendo hora de dejarse de historias porque comportamientos semejantes no paran de hacer picadillo al pueblo corriente y moliente que ya apenas atesora un hilo de voz para denunciar este orden de abusos.