martes, 5 de julio de 2011

Mal que bien

La tozuda Realidad, hoy por hoy, transmite un “naranjas de la China” como una catedral a los términos contrapuestos (independencia o decadencia) que sostiene el monótono discurso del “conseller” Puig. A diferencia de los exorbitantes sueldos que la casta política ha fijado para sí en Catalunya, el mayor poder político alcanzado ininterrumpidamente por el “Govern” desde el advenimiento de la Democracia, en aspectos pecuniarios, no se ha traducido en réditos tangibles para las clases gruesas de la sociedad.

No hay comentarios: